Martires De Cundinamarca

Del 6 de mayo de 1816, cuando entraron los pacificadores a Santafé, al 8 de agosto de 1819, cuando huyó el Virrey, imperó el llamado Gobierno de la Reconquista, en cabeza de Juan Sámano y el Gral. Pablo Morillo, cuyos nombres simbolizan la “época del terror”. Quiso contenerse el grito de independencia del 20 de julio y extinguir la generación que la engendró llevando al patíbulo a sus líderes y creyentes; unos huían a los Llanos del Casanare, otros eran llevados a las cárceles o al destierro, y a otros sus bienes les eran confiscados.

Caían los dirigentes, los ideólogos, lo más florido de la generación de criollos. Pero al tiempo y por doquiera el pueblo se iba levantando, tomando conciencia de libertad de lo que para él significaba políticamente la revolución del 20 de julio. Ya estaban maduras las ideas del movimiento comunero de 1781.

Fueron las mujeres las más exaltadas animadoras, contagiando el alma de los hombres. En el costurero de la ilustre dama doña Andrea Ricaurte de Lozano se forjaban los planes revolucionarios, así nacía la gesta patriótica de 1817, pues en esta casa se reunían los que fueron los líderes de Cundinamarca y el Socorro. Fue aquí donde Policarpa Salavarrieta libró su campaña, daba consejos, buscaba hombres para vestirlos de soldados y enviarlos a Casanare, donde los esperaba Francisco de Paula Santander.

En Machetá, los hermanos Ambrosio y Vicente Almeyda.

En Guachetá, los hermanos Miguel y Manuel Rodríguez y Juana Rodríguez.

En Suesca, J. Rafael Olaya.

En La Mesa, José Antonio Olaya, con el Coronel José Ignacio Rodríguez “El Mosca”, quien después se marchó para el Valle de Neiva.

Estos movimientos mantuvieron en jaque al ejército Español de 1817 a 1819, disminuyeron sus efectivos de combate, y a partir del 8 de agosto de este año se lanzaron en persecución de los restos del Ejército Realista para impedir su reagrupamiento.

Entre los mártires cundinamarqueses figuran los siguientes:

  • Chocontá: Bibiana Talero, de Zipaquirá, fusilada el 21 de noviembre de 1817, Javier Roa, de Tenza, Nicolás Acosta Berbeo, José Garzón de Santafé, Ambrosio Perrilla de Guateque, fusilados el 22 de noviembre del mismo año; Joaquín Cordero, José María Cordero, Aniceto Cuevas, de Lenguazaque, José Domingo Araos y Leonardo Cuervo el 23; Fernando Mendoza, el 24.
  • Facatativá: Mariano y Joaquín Grillo, el 31 de agosto de 1816.
  • Gachetá: Manuel Salvador Díaz, en Santafé, noviembre 14 de 1817. Guachetá: Victorino Valbuena, en Chita el 28 de diciembre de 1816.
  • Guaduas: Policarpa Salavarrieta, “La Pola”, en Santafé el 14 de noviembre de 1817.
  • Villapinzón: Leonardo Cuervo, en Chocontá el 23 de noviembre de 1817.
  • La Mesa: Francisco Julián Olaya, y Andrés Quijano, octubre 7 de 1816.
  • Lenguazaque: Aniceto Cuevas, en Chocontá, el 23 de noviembre de 1817. Machetá: Candelaria Forero, José Antonio Barahona y María Josefa Esguerra, de Zipaquirá noviembre 26 de 1817; Ignacio BIas Ramírez el día 27; Diego Galarza, el día 28; Cayetano Antonio Bohórquez, en Santafé el 2 de marzo de 1819.
  • Medina: Florentino Méndez, en enero de 1817, Gregorio Alfonso, de Somondoco en marzo de 1818.
  • Nemocón: Micaela Nieto y Custodio del Busto noviembre 19 de 1817.
  • Pacho: Juan Molano y Francisco Vega julio 8 de 1819.
  • Sopó: José Chunza, en la Cabuya de Gachalá en 1818.
  • Subachoque: José María Avellaneda, en El Santuario el 2 de noviembre de 1817.
  • Susa: Antonio Castañeda, en Zapatoca enero de 1819.
  • Tabio: Luis Sarache, en Zipaquirá agosto 3 de 1816.
  • Tibirita: Fermín Mateos noviembre 26; Remigia Cuesta, diciembre 2 de 1817. Sebastián Carranza, diciembre I de 1817; Enrique Ruiz, en Santafé, abril 18 de n1818; Nepomuceno Carranza, en Zipaquirá, agosto 3 de 1816.
  • Ubaté: José Galeano y Victorino Murcia, en Santafé, el 26 de mayo de 1818.
  • Zipaquirá: Agustín Zapata, José Luis Gómez, Juan Nepomuceno Quiguarana José María Riaño Cortés, Francisco Carate, de Cogua; Luis Sarache; Ramón Forero, en Santafé el 19 de diciembre de1817; Juan Ignacio Casas, en Chima, diciembre 15 de 1818, Francisco Peña en Ocaña, marzo 09de 1816 Nepomuceno Carranza, Juan Evangelista Valdés, Juan lo Bautista Contreras y María Josefa el 3 de agosto de 1816.
  • Hubo otros mártires que fueron fusilados sin previo juicio y sin dejar testimonio. Entre ellos Remigio Torres de Lobo y su hermano Agustín fusilados en 1817.
  • Juan José Guanche fusilado el 15 diciembre de 1818 en el camino en Villeta y Guaduas; José Ramón Fuentes fusilado en Puerto Cabello.

De los confinados muchos perecieron en el destierro, como ocurrió en casi todos los que mandaron a la Costa de Veraguas o Chagres (Panamá).

Las mujeres santafereñas, que desterraban a los pueblos de Cundinamarca llevándolas a pie, casi descalzas, sometidas a ultrajes y padecimientos y por último los que morían en la cárcel. Entre ellos Felipe Bolívar, de Tocaima y Jerónimo Díaz de Fusagasugá, en Santafé el 26 de diciembre de 1816 al cabo de 8 meses de prisión.

Los pueblos de la Provincia de Cundinamarca; al escuchar el grito revolucionario del 20 de julio se pusieron a órdenes de la Junta Suprema de Santafé formaron contingentes de hombres comandados por curas y alcaldes patriotas que a caballo marcharon a la capital cuya plaza venían a celebrar su primer encuentro democrático.

Con estos voluntarios y los de Santafé, se f0rmó el 23 de julio el primer ejército patriota llamado “Voluntarios de Guardias’ Nacionales”, subdividido en compañías.

Luego de servir al Presidente de Cundinamarca Don Antonio Nariño, unos marcharon a la Provincia de Tunja y el Socorro, donde aliados con los Federalistas se volvieron contra Santafé, protagonizando las primeras batallas de la Independencia.

En 1813 Nariño emprendió la campaña libertadora de las Provincias del Sur, llevando en su ejército 1.200 hombres cundinamarqueses. Otros fueron a la campaña del Norte y Venezuela, se coronaron de gloria en Bárbula, San Mateo, y un centenar de batallas de la Independencia.

Entre 1816 y 1817 otros huyeron a los Llanos de Casanare batiéndose en retirada. En 1820 un nuevo contingente de Cundinamarqueses y granadinos van a libertar a Venezuela y otros a las Provincias de Popayán, Pasto, Quito y Perú, jornada que terminó en 1824 en Ayacucho y en 1826 en la toma final del puerto peruano el Callao. El aporte de Cundinamarca a la Independencia de Colombia, Venezuela, Quito, Perú y Alto Perú (Bolivia), fue constante desde 1810 hasta 1824. Los capitanes de milicias recIutaban voluntarios para mandados a los campos de batalla. Los soldados granadinos no llegaron a Generales porque muchos murieron muy jóvenes se convirtieron muy pronto en héroes y mártires, en tanto que los Venezolanos eran los agraciados con el título, no obstante diez cundinamarqueses llegaron a estos grados, son ellos:

  • De Chocontá: Coronel Fray Ignacio Mariño y Capitán Benedicto Triana
  • De Fusagasugá: Teniente Gabriel Díaz Aya.
  • De Guatavita: Coronel José Ignacio Rodríguez
  • De La Mesa: Capitán Carlos Lee.
  • De Manta: Capitán Pedro Bernal.
  • De Zipaquirá Coronel José María González, sargento mayor Pedro Peña, coronel Camilo Peña y coronel Rafael Peña.
  • Hubo otros como el coronel Joaquín Acosta, de Guaduas, quien fue científico e intelectual del ejército.
Scroll to Top